Terapia familiar y terapia individual. ¿Cuál es la ideal ante una crisis familiar?
Hecho por el Psicólogo Antonio Garcia

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Cuando estás pasando por un problema, y este se vuelve irresoluble, una de las alternativas es acudir al terapeuta familiar. Ante un conflicto dentro del grupo primario, te envuelve la necesidad de llevar a los miembros de la familia a la terapia. En ocasiones, es común que se señale a un miembro del grupo familiar como la persona que necesita ser agendada para la sesión. Se busca que esa persona cambie su actitud y su comportamiento.
Pero, ¿será conveniente que asista toda la familia o únicamente el paciente origen de la preocupación?
Esta es una pregunta común cuando se vive una situación insoportable. Pero este puede ser el primer cuestionamiento que podemos realizar: ¿quién es la persona interesada en que exista un cambio en la relación?
Por lo general, la persona más interesada en que se modifique la situación es quien busca la cita con el profesional de la salud. Acorde a Fisch, Weakland y Segal (1994), es recomendable brindar una cita individual a esta persona. Una sesión familiar, corre el riesgo de que los miembros se reserven la información o desacuerdos que realmente les abruma. Esto por la presencia de miembros de la familia con más jerarquía que pueden inhibir la espontaneidad de los demás para expresar las ideas o desacuerdos.
Estos autores consideran que una sesión de terapia familiar en un inicio, puede constituir una “pérdida de tiempo” ya que la información se puede diluir sin que salga a la luz el punto focal del problema. Por ejemplo, en las relaciones de pareja, ante las dificultades, es común que se culpe a otro. El interesado en la terapia tiene claro cuál es el cambio que necesita hacer el otro, pero es muy difícil que vea lo que él o ella hace para generar el problema. Tener este tipo de ceguera, le lleva a pedir la cita para ambos, pero en ocasiones su cónyuge puede no estar de acuerdo convirtiéndose únicamente en un invitado.
En este sentido, el cliente desaprovecha su hora de cita y puede irse con la sensación de no haber avanzado o haber resultado inútil el acudir a psicoterapia por estar enganchado con la idea que el otro es el culpable y se siente víctima de las circunstancias.
Por esta razón, es recomendable que identifiques la razón principal para agendar una cita: ¿Eres tú? ¿El problema es de pareja? ¿Los dos están de acuerdo? ¿Es algún miembro de tu familia? ¿Te están pidiendo ayuda o tú estás decidiendo que necesitan acudir a psicoterapia?
Responder a estas preguntas te ayudarán a tomar una decisión más asertiva al momento de considerar agendar una cita con el profesional de psicología.
El psicoterapeuta te apoyará investigando qué características psicológicas son tuyas y cuáles de las otras personas. De esta manera, se estructurará un mejor plan de tratamiento donde se incluyan a los demás miembros de la familia en posteriores sesiones, pudiendo combinar sesiones en familia, pareja o individuales si resulta necesario enfocándose en la solución del problema planteado.
En Conclusión
Las sesiones individuales o familiares se van decidiendo dependiendo de la formulación del problema. Se incluirá a los demás miembros, ya sea la pareja u otros integrantes, tomando en consideración que estén de acuerdo en asistir a psicoterapia. El hecho de que se lleve a cabo una sesión individual no quiere decir que se descarte ampliar la unidad terapéutica incluyendo a otras personas de la familia.
References:
Carlson, J., Sperry, L, & Lewis, J. (2005). Family Therapy Techniques: integrating and tailoring treatment, New York, Routledge.
Eguiluz, L. (2004). Terapia familiar, México, Pax.
Fisch, R., Weakland, J., & Segal, L. (1994). La táctica del cambio: cómo abreviar la terapia (3a ed.), Barcelona, Herder.
Hecho Por Antonio Garcia
Listo para brindarte el apoyo emocional enfocado en la solución de problemas, ya sea de manera individual, en pareja o familiar.